La nueva historia social reconoce la importancia de entretejer sus análisis con la narrativa que acompaña a los hechos políticos y militares. Valiéndose de las diversas fuentes disponibles, la autora ofrece un animado relato de la conquista y colonización del virreinato del Perú bajo la dinastía de los Austria, poniendo de relieve las condiciones ideológicas, políticas y sociales que acompañan a ese proceso.
Esta obra rompe con el mito de la rápida conquista y destaca la larga duración de la exploración y la prolongada resistencia de los incas. Dos capítulos se ocupan de los veinte años de "guerras civiles" entre los españoles y contra la Corona, y definen los alcances del proyecto separatista de Gonzalo Pizarro.
La obra atiende también los hechos de la conquista de los territorios andinos de Argentina y Chile desde finales del siglo xvi y a lo largo del siglo xvii. De este periodo se destacan las rebeliones indígenas, tanto en las fronteras como en el interior de las áreas colonizadas, y se reconstruyen las luchas facciosas de los españoles por los ricos minerales del altiplano boliviano así como los conflictos generados por la creciente complejidad de la nueva sociedad colonial.