Una introducción a la filosofía supone considerables desafíos y peligros certeros, pues promete a la vez demasiado y demasiado poco. Demasiado, porque si se concibe a la filosofía como "ciencia de ciencias" o "suma del saber", una introducción a ella deberá poner al alcance de la mano lo más recóndito e inaccesible; demasiado poco, porque advertidos de que semejante promesa permanecerá incumplida, se sospecha razonablemente que la verdadera filosofía será sacrificada en el altar de la divulgación y lo que se obtendrá a cambio será un pálido sucedáneo suyo o un resumen esquemático de su historia.
La obra que aquí se presenta está a la altura de los referidos desafíos y sortea con buena fortuna los peligros. Lo logra evitando ofrecer una reconstrucción esquemática y arbitraria de la historia de la filosofía en la que se despliegue el catálogo de nombres y doctrinas de los filósofos más famosos. En cambio, Introducciones a la filosofía constituye una presentación de los principales problemas de la filosofía, combinando la fidelidad al legado clásico con la actualización en términos del debate contemporáneo.