La imagen corriente sobre el alcoholismo es la de familias devastadas por la violencia y desgarradas por conflictos dramáticos.
Los autores de este libro orientador pintan un cuadro muy distinto y ofrecen pruebas contundentes de que la mayoría de los alcohólicos crónicos llevan adelante su vida en ambientes de familia intactos, relativamente tranquilos. Pero muestran que vivir en una familia alcohólica -en la cual el alcoholismo es el tema central alrededor del cual se encuentra organizada la vida de la familia- ejerce profundos efectos sobre sus integrantes, tanto de los que beben como de quienes no lo hacen, y que dichos efectos pueden prolongarse de generación en generación, en formas complejas. Sobre la base de más de diez años de investigaciones intensivas, incluidas entrevistas en profundidad y observaciones en los hogares, los autores -tres psiquiatras y un antropólogo cultural- utilizan la teoría de tos sistemas familiares para trazar el curso del desarrollo del alcoholismo en las familias. Ponen en tela de juicio muchas ideas vigentes en general, y muestran, por ejemplo que la identidad alcohólica de una familia la mantiene unida con tanta frecuencia, como la disgrega, y que las familias en las cuales el alcoholismo no invade las rutinas y los rituales no tienden a transmitir su identidad alcohólica a sus hijos. En la última sección, los autores describen un modelo de terapia familiar para el tratamiento del alcoholismo con una perspectiva de desarrollo. Su libro constituye un aporte de vital importancia para la bibliografía sobre el alcoholismo y la familia.