En tiempos de globalización, el mundo experimenta una fusión de fuerzas en los ámbitos de la política, la economía y la comunicación. Pero tampoco los conflictos y problemas existentes o resultantes pueden considerarse ya como fenómenos aislados, sino que su solución requiere igualmente un esfuerzo de todos y un compromiso global. En medio de esta vorágine que nos lleva a enlazar diferentes espacios culturales con vertiginosa facilidad, urge más que nunca el acuerdo sobre unos estándares éticos comunes a modo de orientación que permiten regular nuestras relaciones interpersonales e interculturales. En este contexto, resulta sumamente importante el proyecto Ética Mundial, desarrollado por el teólogo Hans Küng, que ha despertado un gran interés a escala mundial.
En la declaración Hacia una ética mundial del Parlamento de las Religiones del Mundo, celebrado en Chicago en 1993, cuyo autor principal fue precisamente Hans Küng, se formuló un catálogo de normas éticas universales, basado en los preceptos básicos de las grandes religiones y sistemas éticos no religiosos. La declaración consiste en un consenso aceptable y sostenible para cualquier ser humano, consenso unificador, esencial para reaccionar contra el conflicto entre religiones y culturas, que perturba la convivencia en nuestro planeta.
En estas conversaciones con el periodista Jürgen Hoeren, Hans Küng encara con la franqueza que le caracteriza cuestiones tan apremiantes como: ¿Qué podrán aportar las grandes religiones para contribuir a resolver una crisis económica, ecológica y política mundial? ¿Y, a la vista de fenómenos tan amenazadores como el fanatismo, la creciente agresividad y la xenofobia, realmente será posible una vida en tolerancia, cooperación, veracidad y no violencia? Hans Küng analiza la situación actual con agudeza y concibe ideas concretas para el futuro de las religiones y de la humanidad. Un balance crítico y muy personal de uno de los pensadores más comprometidos e influyentes de nuestro tiempo.