La historia de Brian Jones no es sustancialmente distinta de la de muchos de aquellos músicos que han sido pioneros de un movimiento, de una filosofía, de un cambio cultural y social. Casi expulsado de aquella provinciana Cheltenham en la que su espíritu libre y su talento creador no encajaba con los convencionalismos de aquella sociedad rígidamente conservadora, marchó a Londres para ser un músico profesional, convencido de que aquella música que le subyugaba -el blues- tenía que ser conocida y reconocida por el mayor número posible de gente. Luchó denodadamente por conseguirlo y para hacerlo, creó el grupo que más grande ha llegado a ser en la historia del rock, los Rolling Stones.