Todo tiene un motivo y una razón de ser, y las personas y las cosas que conforman nuestra vida existen por algo que nada tiene que ver con la buena o mala suerte. Existe una fuerza que nos une a todos y de ella depende nuestra manera de amar, de relacionarnos con los demás y de comportarnos de un modo determinado ante la vida. Comprender esta fuerza y saber utilizarla nos ayudará a mejorar la propia realidad, el amor y nuestras relaciones personales, y gracias a ella atraeremos las circunstancias vitales más favorables para nuestra existencia.