Hace tiempo el comer salmón o trucha era un lujo. Hoy en día son mucho más baratos y se encuentran siempre en el mercado. Ambos pertenecen a la familia de los salmónidos, en la que también se encuentra el truchón, que puede sustituirse por la trucha en todas las recetas de este libro. La trucha no tiene calorías y es muy fácil de digerir. El salmón también tiene muy pocas calorías y es muy rico en vitamina A, D y E. La trucha asalmonada se alimenta, como el salmón, de pequeños crustáceos y tiene una piel de color rosado. Todos estos pescados son idelaes para cuidar de tu cuerpo y de tu salud. Disfrútalos.