Amy Candler sabe que es diferente. En concreto, es perfecta: es una niña de doce años perfecta. De la noche a la mañana es capaz de oír cosas a distancias increíbles; sabe dar volteretas, giros y saltos como una gimnasta de primera, y sabe todas las respuestas a todas las preguntas que le hacen sus profesores. Pero Amy no conoce la respuesta al misterio de su pasado. Lo único que sabe es que su pesadilla repetida parece muy real. Que tiene una señal de nacimiento en forma de media luna que no tenía ayer. Que un desconocido le está haciendo fotos. Que su madre se comporta de una manera rara. Que alguien le está enviando anónimos para advertirle que guarde el secreto desus dotes. Amy está deduciendo poco a poco su identidad, pero más le vale darse prisa.
