No hay asunto que quede en el tintero. Sin temor a caer al qué dirán, Fernando Sánchez-Dragó y Albert Boadella, que son viejos amigos, se han sentado a hablar de los temas que les preocupan.
Ocupan un lugar destacado las mujeres, sobre todo en el caso de Sánchez-Dragó, pero no quedan atrás la política y los toros. Ambos son apasionados de la fiesta nacional y no comprenden el afán de algunos por acabar con ella para siempre. Tampoco faltará la religión, el nacionalismo, el teatro y la escritura. En muchas cosas están de acuerdo y en otras no tanto, pero en cualquier caso, «escuchar» la voz de estas dos personalidades de nuestra cultura, es una experiencia enriquecedora y no puede dejar indiferente a nadie.