Sí, es cierto: ¡eres lo que comes! Todo lo que ingieres afecta al modo en que tu cuerpo funciona y siente, además de a su aspecto. Todos necesitamos los mismos ingredientes básicos de los alimentos, pero durante la pubertad el cuerpo cambia tan deprisa que tienes necesidades especiales. Todo lo que necesitas para sentirte estupendo y cómo puede afectar en tu desarrollo lo encontrarás en este libro.