«Si de verdad queréis saber algo sobre mí, esto es lo primero que deberíais saber: me gusta la música alta. Hay que subirla hasta que no puedas hacer otra cosa que bailar o dar vueltas, o ponerte a gritar, porque sabes que sea lo que sea lo que te hace sentir esa música es perfecto».
Nadie advirtió a Audrey de que su vida estaba a punto de cambiar. El mismo día en que rompió con su novio Evan, cantante de un pequeño grupo de rock, este compuso una canción sobre ella: Audrey, Wait! Una canción tan pegadiza que se convirtió en un fenómeno internacional de ventas, situó a la banda en el número uno de la lista de éxitos y lanzó a la fama a su musa. La vida de Audrey, entonces, cambió completamente. Nadie le habló de los paparazzi ni de los publicistas, ni del abogado que tuvieron que contratar sus padres. Nadie le advirtió de que todos conocerían su nombre.