Es otoño en Falmouth, una fría localidad pesquera de la atractiva y a la vez desapacible costa de Cornualles.
Thomas Sheppard regresa al lugar y con él su pasado. Años atrás fue condenado por una negligencia que todos consideraron un crimen imperdonable. Un crimen que nadie olvida. No vuelve para que le perdonen, sino para recuperar la vida cotidiana y los años perdidos; para enfrentarse consigo mismo, con su pasado y con su impredecible futuro, para comprender y que comprendan su inocencia. Ardua
labor en una comunidad cerrada, de ideas y prejuicios arraigados. Sólo encuentra el amparo de Rajiv, un comerciante paquistaní, y de Betty, una chica corriente que le recuerda la inocente adolescencia, dos
existencias también trastocadas como la suya.
Con la fluidez narrativa que caracteriza a Philippe Besson, en cuatro trazos esboza en Un instante de abandono un ambiente inquietante, lleno de brumas y misterios.
En él construye una especie de metáfora de la confesión que pasa por los estadios del pecado, la falta, el castigo y la salvación. Como
en el resto de sus novelas, Philippe Besson hace aflorar en sus personajes esa parte desconocida del ser humano, no siempre amable, compleja por sus contradicciones y ambigüedades. Explora la difícil senda de los sentimientos cuando la amargura lo invade todo, pero logrando arrancar la ternura incluso en un paisaje tan austero y árido como el corazón de las gentes que lo habitan.