En el primer relato, que da título al libro, Luque nos ofrece una historia de amor mágica y doliente entre dos tocayos, Augusto (de Valencia, España) y Augusta (de Valencia, Venezuela), ingeniero aristotélico él y afrodita nacida de las aguas ella. En el segundo relato, "La Mina", Luque relata las aventuras y desventuras acontecidas en un pueblucho cuyos habitantes, de una u otra manera, están vinculados a la mina del lugar. A través de su visión afilada, el autor ensarta con ingenio refranero las tertulias en el Bar Petardo, las andanzas del Club de fútbol Atlético Minero y los peligrosos peligros de la cianuración.