Este libro está dividido en dos por un troquel. Quien quiera podrá conservarlo tal como es, pero también podrá separar la parte de la derecha para armar avioncitos de papel (según las instrucciones que están en las páginas finales o según sus propios modelos). Si hace esto último comprobará que quedan en sus manos un libro de poesía de formato alargado por un lado y, por otro, montones de aviones de papel. Unos con poemas que Laura destinó a volar, otros con fotos y dibujos con recortes de Istavansch, todos con espacios que invitan a escribir otros poemas del libro, o poemas propios, mensajes o vaya a saber qué secreto. Para que todas esas palabras vayan hacia quién tienen que ir. Y para que lleguen.