¿Queremos niños seguros de si mismos, valientes, exploradores, curiosos, con afán de aprender, respetuosos y que valoren la vida? ¿O queremos niños ansiosos, dependientes, con miedo a equivocarse, sin iniciativa, que busquen entornos seguros y cómodos por encima de todo? ¿Queremos hijos voluntariosos, que luchen ante las dificultades y busquen caminos alternativos al que se cierra? ¿O queremos hijos incapaces de perseverar cuando aparecen las primeras dificultades, que se rinden o resignan enseguida? Este libro aborda la principal responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos: acompañarlos en el proceso de convertirse en personas adultas emocionalmente equilibradas, autodependientes, amorosas, creativas y pacíficas.