Álex tiene once años. Estudia y vive en internados porque sus padres, propietarios de una empresa informática, están siempre demasiado ocupados para poder atenderlo. Debido a su trabajo, sus padres cambian de domicilio y de país a menudo, y cada vez que lo hacen, Álex tiene que cambiar también de país y de internado. En Mozambique, Álex conoció al perro Gandhi, y con su ayuda y su compañía se escapó de la escuela y vivió su primera aventura. La detective Frida, una mujer enérgica y expeditiva, tiene la misión de encontrarlo y devolverlo otra vez al internado. Pero Álex no se da nunca por vencido: más allá de las rejas de los internados, la vida es entusiasmante.