Cayetana Fitz-James Stuart, una mujer independiente que siempre ha defendido sus convicciones y luchado por lo que creía, ha dado luz a la gloriosa estirpe de los Alba y su emblemática estela. No sólo ha sabido estar a la altura de sus antepasados, sino que ha aportado a su noble linaje sensibilidad artística, estabilidad y un enorme carisma.
Sus herederos, sin embargo, no parecen tener la misma consistencia histórica que ha sido el eje central de la vida de su madre. Por ello son muchos los que hoy creen que los cimientos de Liria se tambalean y que tras la duquesa perderá todo su brillo.
María Eugenia Yagüe, buena conocedora del entramado familiar de los Alba y de sus secretos, habla en estas páginas de los matrimonios de la duquesa y los amoríos de sus hijos; de las difíciles relaciones entre ella y sus vástagos; del patrimonio inmobiliario; de la vida cotidiana en palacio; de la juventud de la última diva de la nobleza?
Una mujer peculiar que, en palabras de su segundo marido, Jesús Aguirre, ha sido «la única que aguanta el mito».