• MARQUES Y EL SODOMITA OSCAR WILDE ANTE LA INJUSTICIA

    OSCAR WILDE ANTE LA JUSTICIA

    HOLLAND, MERLIN PAPEL DE LIAR Ref. 9788493667900 Altres productes de la mateixa col·lecció Altres productes del mateix autor
    El idilio entre Oscar Wilde y lord Alfred Douglas, alias «Bosie», figura con letras de oro en los anales del desorden amatorio. En 1895, el marqués de Queensberry, padre de Bosie, envió al club Albemarle una nota dirigida al «somdomita»[sic] Oscar Wilde. El aludido decidió entonces, y con el aliento...
    Ancho: 140 cm Largo: 220 cm Peso: 596 gr
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  • Descripció

    • ISBN : 978-84-936679-0-0
    • Encuadernació : Rústica
    • Data d'edició : 01/10/2008
    • Any d'edició : 2008
    • Idioma : Español, Castellano
    • Autors : HOLLAND, MERLIN
    • Traductors : ALOU, DAMIÀ
    • Número de pàgines : 368
    • Col·lecció : PAPEL DE LIAR
    El idilio entre Oscar Wilde y lord Alfred Douglas, alias «Bosie», figura con letras de oro en los anales del desorden amatorio. En 1895, el marqués de Queensberry, padre de Bosie, envió al club Albemarle una nota dirigida al «somdomita»[sic] Oscar Wilde. El aludido decidió entonces, y con el aliento de su joven galán, demandar por la «calumnia» al enojado aristócrata y restaurar así el honor que éste había públicamente mancillado: de tan mísero modo estalló el mayor escándalo de la época y se selló la no menos miserable suerte del dramaturgo, que perdería el juicio y daría con sus huesos en la cárcel de Reading. Merlin Holland, nieto y biógrafo de Wilde, ha recuperado los hasta ahora inaccesibles autos del sensacional pleito y construye en torno a ellos un fascinante relato sobre la colisión entre el gran seductor y el mundo al que había seducido con su palabra. «Nos cuesta imaginar el universo sin los epigramas de Wilde» escribió Borges, delatando tal vez la sensación (común a muchos lectores) de que el irlandés de la sentencia fulgurante era, por encima de todo, un inigualable conversador que además escribía. En este libro «oímos» por vez primera su conversación con una fuerza dramática (y retórica) no atenuada por la literatura. Wilde despliega aquí su indefectible agudeza sin enredarla en los artificios de la ficción, y su nieto transcribe lo dicho para dejarnos un «drama legal» comparable, según Thomas Wright, «al juicio de Sócrates narrado por Platón». Nada menos.