Sólo una hoja más y Antón habrá recogido con el rastrillo todas las hojas. Pero de repente se levanta viento y se las lleva. No parece difícil capturar una única hoja volando. Qué es para Antón una simple hoja! Por lo menos eso es lo que parece. Pero así suele suceder con las cosas sencillas: al final se vuelven difíciles. Da igual, lo importante es que al final hay galletas y zumo.