Cuando el precio de la Coca-Cola sube, la gente bebe más Pepsi. Es lógico. Y por el mismo motivo, cuando las leyes se endurecen y las penas son mayores, la delincuencia disminuye; tan lógico como que un trabajador con incentivos a cambio de resultados, se esforzará más. Estos cambios de comportamiento se pueden explicar a partir de teorías económicas, y no porque tengan que ver con el dinero sino porque la economía es el estudio del comportamiento racional y la gente racional responde a las compensaciones y a los estímulos. Cuando los costes o los beneficios de algo cambian, la gente modifica su comportamiento. Pero, ¿podría trasladarse esta simple teoría a todos los ámbitos de nuestras vidas? El sexo, la sociedad, la guerra, el amor, el racismo, las relaciones laborales, la política o el juego: todo con lo que convivimos diariamente tiene para Tim Harford una lógica basada en los principios económicos más elementales. Tras vender más de 600.000 ejemplares de su primer libro, El economista camuflado, Harford nos presenta la nueva economía del todo, que pretende arrojar luz sobre aquellas regiones oscuras del ser humano. Escuchemos lo que la economía tiene que decir de nuestras vidas.
«Si no entendemos la racionalidad de las decisiones que inspiran nuestro comportamiento, no seremos capaces de entender el mundo en el cual vivimos.» Tim Harford