Felicia busca a Johnny desesperadamente; es decir, lo espera encadenada en cuerpo y alma. Se conocieron en Irlanda, en una boda en la que ambos fueron invitados y se amaron o creyeron amarse. Él se va a Inglaterra donde ha encontrado trabajo sin dejar su nueva dirección y ella decide cruzar el mar para reencontrarlo. En su vagabundeo, sin medios, enferma de amor, Felicia se enfrenta a la gran ciudad, en su día industrialmente floreciente, hoy negra, devastada por la crisis, el paro, el racismo, la violencia. Johnny no aparece, en cambio Felicia conoce a personajes pintorescos. Entre ellos Hilditch, inquietante compañero de infortunios, que no puede impedir la bajada a los infiernos de Felicia buscando su fantasmagórico amor, el instante de felicidad que ya se fue, en medio de un mundo que carece de solidaridad. El viaje de Felicia obtuvo en 1994 los premios Whitbread y Sunday Express. El director Atom Egoyan ha hecho una versión cinematográfica de la misma.
