Matías es un niño travieso y simpático que contempla la vida desde su punto de vista infantil, donde la ingenuidad es casi una declaración de principios. La historia refleja su mundo, su escuela, su casa, su entorno, observado a través de la fantasía, la imaginación, los temores y los deseos propios de su edad. Sin embargo, el nudo de la historia, es la relación que Matías establece con su madre, que lo adora, pero que se debate entre su papel de madre y su ideal de mujer libre.