Aunque Manuel Conthe es un profesional cuya biografía le ha hecho vivir mil batallas económicas desde el Tesoro, el Banco Mundial o la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es, también, un gran conocedor de los mecanismos psicológicos que determinan nuestras decisiones en la vida. ¿Por qué, al decidir entre alternativas, nos atraen más sus apariencias que su contenido sustantivo? ¿Por qué inventamos causas allí donde sólo hay azar? ¿Por qué muchos inversionistas, presos del «sesgo casero», son reacios a diversificar internacionalmente sus carteras de valores? ¿A qué se debe la infalibilidad que atribuimos a un especulador cuando está en la cresta de la ola? A éstas y otras muchas paradojas responde Manuel Conthe en unas páginas que harán las delicias del lector porque rebosan erudición, sentido común y serena ironía.