Nietzsche dijo «Dios ha muerto» y estaba convencido de que esa muerte suponía una liberación para el hombre. Pero ¿para qué? Sin un Dios el hombre será capaz de hacer cualquier cosa, buena o mala. No habrá quien le juzgue, quien le perdone. Si Dios desaparece y el hombre se queda completamente vacío, ¿cómo va a utilizar su libertad de forma creativa y responsable? Con este libro Osho coloca las últimas piezas de un puzzle que ha estado haciendo durante treinta y cinco años de conferencias, en su búsqueda del sentido de la vida.