Tanto la situación geográfica como el accidentado relieve y su naturaleza volcánica han contribuido a la variedad de los paisajes y hábitos canarios. La insularidad ha favorecido la generación de nuevas especies a partir de poblaciones originarias de los continentes cercanos o incluso procedentes de las islas vecinas. Así no es de extrañar la diversidad de especies animales y vegetales exclusivas -endemismos- de Canarias.
El archipiélago canario reúne una privilegiada diversidad paisajística y ecológica en la que confluyen los vientos, el relieve, múltiples microclimas, diferentes tipos de suelo volcánico y distintos usos del territorio.
La provincia de Las Palmas se distingue por los singulares paisajes volcánicos de Lanzarote en el parque Nacional de Timanfaya, una amplia muestra de ambientes áridos y excelentes arenales en Fuerteventura, y los barrancos y montañas de Gran Canaria.