Italia cuenta con una de las industrias turísticas más antiguas del mundo ya que desde los siglos XVIII y XIX ha sido el destino preferido de las clases pudientes del norte de Europa y América. Llegaban al país atraídos por las maravillas del mundo antiguo, del Renacimiento y del Barroco de Venecia, Florencia y La Toscana, Roma, Nápoles y (para los más aventureros) Sicilia. Estos lugares siguen atrayendo a millones de turistas cada año. Sin embargo, si dispone de tiempo, no se limite a los centros turísticos. Desde cualquier punto del país se puede acceder a pequeñas ciudades y pueblos, ruinas olvidadas, a las montañas o al mar, que le permitirán disfrutar de una variedad de sensaciones en uno de los países más hermosos del mundo.
Está llena de pueblos y ciudades sorprendentes, que encierran edificios increíblemente bellos y están poblados por gente acogedora y alegre, cuya habla es tan musical que cualquier frase por banal que sea suena a poesía.