La primera impresión que produce la capital es la de ser una ciudad bulliciosa, alegre, llena de gente, en todo momento despierta y atenta a los cambios que se producen en el mundo. Por eso es una urbe cosmopolita y diversa, que se muestra vanguardista y siempre abierta pero sin dejar por ello de ser Madrid, una ciudad con un intenso pasado.
Madrid, una de las más cosmopolitas ciudades europeas, se muestra siempre abierta al viajero para ofrecerle todo aquello que encierra desde hace siglos, un impresionante legado cultural, representado ya por el Museo del Prado ya por muchos de los monumentos dispersos por sus calles y paseos.
Está situada en el centro peninsular, se encuentra perfectamente comunicada y dispone del más importante aeropuerto de la nación. Es la capital del Estado y su aspecto es el de una dinámica ciudad que cuenta con una vigorosa vida tanto en el ámbito de lo económico, es el centro financiero del país, como de lo cultural gracias a las numerosas instituciones y medios que alberga en su seno.
Madrid, en el centro de la Península Ibérica, no es tan sólo la capital y la ciudad más grande del país, sino también una Comunidad Autónoma que puede sorprender por la diversidad de sus ofertas que van de lo agreste de la sierra a lo ameno de las riberas del Tajo.