Nacida en el centro peninsular, la milenaria ciudad de Toledo se ofrece como un infinito museo, como un interminable laberinto de maravillas, como un lugar ideal para dejarse perder en la ensoñación del pasado glorioso y aún vivo, que hará que el viajero siempre recuerde la visita a la ciudad imperial.
La arquitectura de una ciudad suele ser una de las claves más definitorias de su espíritu y Toledo no escapa a la norma. Mucho se ha escrito de la casa toledana refiriéndose por tal la típica casa con patio central que tiene su origen en la vivienda romana y mediterránea provista de impluvium. Sin embargo Toledo, en el curso de los siglos, ha dejado un muestrario suficiente para conocer la vivienda del toledano de toda clase social y que es hoy día el que habita el llamado casco histórico.
Toledo constituye uno de los centros culturales e históricos más importantes del mundo. Atractiva por su gran belleza, ha servido de inspiración a poetas, pintores y artistas. Es universalmente visitada, no agota jamás sus posibilidades.