Córdoba ha sido durante siglos inspiración para escritores y artistas y destino de un sinfín de viajeros que se han dejado fascinar por el embrujo de su historia, sus calles, sus gentes y sus monumentos. Y de todos ellos, la Mezquita ha sido objeto de asombro durante más de diez siglos. Pero Córdoba es también una Sierra y una Campiña, imponentes paisajes y pueblos pintorescos.El casco histórico de Córdoba, uno de los mayores de España, declarado Patrimonio de la Humanidad, conserva prácticamente intacta la estructura trazada durante el esplendor del califato, a base de callejuelas inverosímiles, de frescos patios, de plazas y plazoletas en las que juegan a un tiempo la sombra y el silencio.Un caso histórico por el que todavía es posible dejarse llevar sin prisas por el azar de los pasos, mientras se arranca el velo de la historia saboreando el milagro de las añosas piedras sabiamente talladas y encastradas.