Desde la Plaza Mayor hasta el castillo, el centro histórico de Zamora es una sucesión continua de templos románicos. Un auténtico museo por donde caminar despacio y revivir, paso a paso, la historia.La ciudad de Zamora vive su mejor época. Desde que hace apenas cuatro años fuera elegida como sede de la exposición anual Las Edades del Hombre muchas cosas han cambiado, no sólo en cuanto a orden urbano, descongestión del tráfico o adecentamiento de calles y fachadas. El casco antiguo está más reluciente que nunca y eso ha llevado a los propios zamoranos a mirar su amplio y rico patrimonio con otros ojos. Ya todo el mundo sabe que si ésta no es una de las ciudades más visitadas de Castilla y León no será porque no tiene atractivos suficientes. La gente ha empezado a amar profundamente su preciado tesoro. Estamos en Zamora y eso son palabras mayores: por su centro histórico hay diseminadas más de 20 iglesias románicas, algo inusual en cualquier otro lugar. Hasta aquí se llega a admirar el arte más puro, a sumergirse en sus leyendas, a sentirse, casi sin darse cuenta, el protagonista de algún poema del romancero popular.