La impresión que produce Girona y su costa es la de ser un auténtico retablo en el que se puede admirar y disfrutar de los más diversos paisajes, ya sean del interior o del mar, de un rico patrimonio cultural, no sólo en la capital sino también disperso a lo largo de la geografía gerundense, que se concreta tanto en la arquitectura como en el folclore.
Girona puede ser el mejor punto de partida para iniciar un recorrido por la costa o algunos lugares del interior de la provincia, la ciudad tiene una gran riqueza monumental que merece ser visitada pero quizá lo más impresionante sea la universalmente conocida Costa Brava, llena de parajes únicos en todo el Mediterráneo.