Si pensáramos mejor, actuaríamos y nos sentiríamos
mejor, ésa es la premisa.
Pero ¿cómo pensar mejor y alejarnos de la irracionalidad que
tanto daño nos hace? Mi experiencia como terapeuta me ha
demostrado que si bien es cierto que la mente es la causa de
nuestro sufrimiento, como lo sostenía Buda, también es cierto
que somos capaces de revertir el proceso mental negativo. La
mente humana no es exacta ni infalible a la hora de procesar la
información, pero, afortunadamente, tenemos la facultad de
darnos cuenta de nuestros errores y desaprender lo que
aprendimos. Nada justifica el sufrimiento inútil.
Pensar bien, sentirse bien es el resultado de años de
investigación sobre terapia cognitiva, es decir la manera en que
procesamos e interpretamos la información. Es una propuesta
seria y fundamentada para empezar a pensarse a uno mismo de
una manera más racional y saludable y desarrollar así nuestro
potencial humano.