• ALMA DEL ATEISMO EL

    INTRODUCCIÓN A UNA ESPIRITUALIDAD SIN DIOS

    COMTE-SPONVILLE, ANDRE PAIDOS EDICIONES Ref. 9788449319389 Altres productes de la mateixa col·lecció Altres productes del mateix autor
    El retorno de la religión ha alcanzado, estos últimos años, una dimensión espectacular, incluso inquietante. ¿Retorno de la espiritualidad? Ningún problema, es algo de lo que deberíamos congratularnos. ¿Retorno de la fe? Nada que objetar. El problema es el dogmatismo que, a menudo, acaba convirtiénd...
    Ancho: 135 cm Largo: 210 cm Peso: 269 gr
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    16,00 €
  • Descripció

    • ISBN : 978-84-493-1938-9
    • Encuadernació : Rústica
    • Data d'edició : 01/10/2006
    • Any d'edició : 2006
    • Idioma : Español, Castellano
    • Autors : COMTE-SPONVILLE, ANDRE
    • Traductors : TERRÉ, JORDI
    • Número de pàgines : 208
    • Col·lecció : CONTEXTOS
    • NumeroColeccion : 108
    El retorno de la religión ha alcanzado, estos últimos años, una dimensión espectacular, incluso inquietante. ¿Retorno de la espiritualidad? Ningún problema, es algo de lo que deberíamos congratularnos. ¿Retorno de la fe? Nada que objetar. El problema es el dogmatismo que, a menudo, acaba convirtiéndose en oscurantismo, integrismo y fanatismo. Sin embargo, no se trata de combatir la religión, pues ello supondría equivocarse de adversario. Se trata de reivindicar la tolerancia, la laicidad, la libertad de creer o no creer.

    Para el autor de La felicidad, desesperadamente lo esencial, tratándose de la espiritualidad, se resume en tres preguntas: ¿Podemos prescindir de la religión? ¿Existe Dios? ¿En qué consiste la espiritualidad de los ateos?
    Comte-Sponville nos explica que lo verdaderamente importante no es Dios, ni la religión, sino la vida espiritual. Que lo fundamental no es la fe en algo cuya existencia desconocemos, sino la fidelidad, que es lo que queda de la fe cuando se ha perdido.

    También nos dice que el que una persona se declare atea no significa que carezca de vida espiritual: podemos prescindir de la religión, si así lo deseamos, pero no de la fidelidad al humanismo y del amor hacia nuestros semejantes. Pues es el amor, no la esperanza, lo que nos hace vivir; es la verdad, no la fe, la que nos libera.