Rafael de León, los Álvarez Quintero,
José María Pemán, Manuel Benítez Carrasco,
El Pastor Poeta, José Carlos de Luna,
Rafael Duyos, Agustín de Foxá?
Poetas que se resisten al injusto olvido, porque en sus versos, cuya memoria no han podido borrar ni el tiempo ni las modas ni el desprecio oficial de la crítica, están las señas de identidad de las generaciones de nuestros padres y nuestros abuelos. Porque tal como escribió Manuel Machado:
Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Antonio Burgos, que fue el primer biógrafo y antólogo de Rafael de León, rescatando el valor literario de sus universales coplas, reúne ahora los versos más sentimentales y queridos que continúan sonando en la memoria popular con toda la fuerza de su musicalidad, su rima y su ritmo, en muchos casos precedentes del rap. Versos que conocieron poco papel y poco libro, pero mucha tradición oral: mucho escenario teatral en la voz de los rapsodas, mucho disco dedicado en la radio de cretona, mucha boca de enamorado recitándolos y mucho corazón de amante en su irrepetible belleza literaria popular.
Y Francisco Valladares presta, en el CD que acompaña al libro, su arte de recitador a estos poemas cuya tradicional oralidad permanece como un tesoro íntimo en recuerdo de aquel padre, tío o primo que los declamaba en las reuniones familiares.