En torno al año 1400, en una Europa castigada por la peste y poblada de ricos burgueses, hijas concupiscentes y aprendices astutos, nació Gutenberg, el hombre que inventó la máquina herética destinada a cambiar el curso de la historia: la imprenta. Apasionado de las máquinas, simpático y visionario timador, Gutenberg lo apostó todo ?dinero, honores, y el amor de una mujer- por llevar adelante su sueño.