«¡Socorro! Me estoy pareciendo a mi madre!» ¿Qué mujer no ha pensado esto, con cierto horror, en algún momento de su vida? Las periodistas Carmen Rigalt y Rosa Villacastín lo han hecho y se han dado cuenta de que el parecido es inevitable. A lo largo de una intensa charla de amigas han puesto en común la relación que mantienen actualmente con sus madres, que podrían ser las de cualquiera de nosotras. Madres que están convencidas de que el día que ellas falten seremos incapaces de llevar las riendas y el control del día a día tan bien como lo hacen ellas. ¿Será cierto?