Un hombre aburrido, sin suerte, sin raíces, que hace trabajos; un extraño viajante de comercio que te cuenta una aventura apasionante en la barra de un bar; un niño que se resiste a aceptar que su padre no es el héroe que creía; dos viejos conocidos que vuelven a encontrarse al cabo del tiempo para certificar su ridícula pequeñez... La vida, únicamente la vida, desmedida y cruel, tierna y torpe también como el primer beso, o acaso sólo, como dijo Saroyan, maravillosamente detestable, es la gran protagonista de estos cuentos. Asímate a ellos, lector, te asomarás al mundo, verás latir su solitario y desmesurado corazón. Karmelo C. Iribarren