Considerada la cima de la obra narrativa de Mörike, esta pieza maestra de literatura alemana del siglo XIX transcurre en un solo día: en otoño de 1787 Mozart viaja junto a su mujer Constanze a Praga con el objetivo de dirigir el estreno de Don Giovanni. Pero en el camino, por accidente, se ve sumido en una situación embarazosa en el castillo del conde Schinzberg, que se resuelve cuando afortunadamente le reconocen. Lo invitan entonces al compromiso matrimonial de la sobrina del conde, Eugenie. El delicado relato de las escenas festivas, en las que Mozart se involucra al narrar acontecimientos de su vida -que ofrecen también una idea de sus inspiraciones musicales- se ve ensombrecido, sin embargo, por la certeza de Eugenie de que el genio de Mozart se consumía rápida e imparablemente en su propia grandeza.