Trench Town, la ciudad-dormitorio situada al oeste de Kingston, era a finales de la década de 1950 el centro de una auténtica guerra política. Centenares de asesinatos, una población aterrorizada... ¿Secuelas del colonialismo, Guerra Fría, narcotráfico, la CIA? La filosofía y la música rastafaris lograron desvelar los entresijos de este maquiavélico juego asesino y mandar al resto del mundo un auténtico grito de alarma.