En la ciudad de Santa Ana existe la curiosa expresión ?hijo de casa?. Se llama así al huérfano abandonado en la calle que una familia adopta sin trámites legales.
El hijo de casa debe ser fiel y agradecido. Y todos lo son, menos uno que decide exterminar a su familia adoptiva. ¿Por qué lo hace? ¿Qué hay detrás de ese gesto estúpido? Son las preguntas que martillean la cabeza de los parroquianos del café del mercado, el lugar donde se mata el tiempo diseccionando la vida de los demás. Pero son las mismas cuestiones que el doctor Abelardo Zamora, hombre lúcido y desencantado, quiere resolver para desenredar el absurdo misterio.
?Dante Liano enreda al lector en una lectura raptora y desasosegante que no le da tregua?
Arturo García Ramos
Blanco y Negro