Hay lugares mágicos que abren las puertas de los sueños más audaces. Isabel San Sebastíán encontró el suyo en el Caribe, en una playa de arenas blancas y aguas apacibles, cuyo nombre, convertido en personaje, da título a este libro.
Los "Cuentos de María la Gorda" -su primer libro de ficción- son el fruto de ese venturoso hallazgo. Hay en ellos mucho de autobiografía, algo de metáfora y grandes dosis de pasión. Son más hijos del sentimiento que de la reflexión. Nacen de un corazón de mujer que se desnuda en esta obra.
Todos ellos toman la forma de relatos de leyenda. Sus protagonistas habitan entre el brumoso pasado y un enigmático futuro: Laura, una joven de Provenza que desconoce su origen, es salvada de la muerte por un monje guerrero en pleno fragor de las Cruzadas; María y Pedro, en un Madrid maniatado por el terrorismo, se enfrentan a la brutalidad aferrándose al amor sensual; la vieja Nalú, Guardiana de la Memoria, habla de un tiempo femenino y ancestral, entre los hielos de un mundo inhóspito; hombres sedientos de sangre asisten frente al gran azul a una metamorfosis liberadora; mientras un pastor vasco, presa de un hechizo tenebroso, lleva su locura hasta el sacrificio? Y finalmente María la Gorda, subyugante esclava mulata que impera entre los cañaverales bajo el sol abrasador de la Cuba del XVIII, transforma su cuerpo espléndido en senda de libertad.
Los relatos se despliegan como entradas secretas a otros mundos donde reina la fantasía y en los que es posible cambiar el destino irremediable de personajes únicos.