Ralph Crawford es un brillante autor de relatos que se gana la vida precariamente dando lecturas en el circuito universitario de California. Es un hombre a la vez bendecido y maldito por su don artístico: goza y sufre con intensidad, siempre al margen de convencionalismos. Su colega Jim Stark, otro escritor que pretende hacerse un hueco en el panorama literario norteamericano, tampoco duda en apurar la existencia a grandes tragos y recorrer el lado más salvaje en busca de experiencias susceptibles de transformarse en novela. A lo largo de los años, tres mujeres, Judy, Alice Ann y Lindsay, intentan mantener un difícil equilibrio entre su ser individual y la oscura sombra que proyectan Jim y Ralph. A la vez musas, madres y esposas, amantes, represoras y víctimas, estas mujeres los acompañan por una senda hecha por igual de amor y dolor, egoísmo y entrega.
Amarga, divertida y desgarrada, esta novela constituye un canto a la amistad y un implacable retrato del artista joven, que sorprende por su capacidad para transmitir el pulso contradictorio de una generación, hoy consagrada, cuya intimidad rara vez se refleja en las solapas de sus libros.