Los atentados integristas del 11 de marzo de 2004 condicionaron las elecciones del día 14 y fueron determinantes en sus resultados. Los terroristas tenían como objetivo desalojar al Partido Popular del poder para forzar un cambio en la política exterior. La masacre polarizó el voto en la cuestión de Iraq. Esa concatenación de hechos genera una situación sin precedentes en la democracia, que afecta a su mismo sentido primigenio. Días de infamia pretende abrir un debate de fondo, en el que, desde el documentado estudio de la realidad vivida, se intenta arrojar luz sobre lo sucedido y sus consecuencias como precedente de victoria del terrorismo. El libro se completa con un estudio de las bases del fanatismo integrista y del antiamericanismo patológico.