Estas apasionantes memorias son la crónica de la transformación política, social y cultural española a lo largo del siglo XX a través de la trayectoria vital de una niña. Amalia Avia nos abre las puertas de una vida llena de contrastes, teñida de tonos oscuros pero también de luces brillantes, que se inicia en Madrid, a comienzos de los años treinta, en el seno de una familia feliz de la burguesía conservadora. La Guerra Civil estalla ante los ojos asombrados de una niña que no acaba de entender el drama nacional y familiar, y que tarda en descubrir la verdad sobre el asesinato de su padre. La vida cotidiana de la familia con el país en guerra como fondo, marcan el relato pormenorizado de su primera infancia. La posguerra, el luto y los desfiles triunfantes abren un nuevo periodo de tristeza y desconcierto y, también, una nueva puerta, la de la casa familiar de Santa Cruz, un pequeño pueblo de La Mancha, en el que Amalia vivirá durante diez años. Con firmes pinceladas realistas, la autora retrata el enorme contraste de su vida madrileña y la vida en el medio rural en los años cuarenta en el que se desarrollará su segunda infancia. Por último, la vuelta a Madrid y el comienzo de su formación como pintora en el estudio Peña marcan un nuevo periodo, esta vez luminoso, en la vida de la autora.
