Joaquim y Manel hacía tiempo que querían armar una de gorda y, al final, lo han conseguido. Para demostrar que hay tanta gente en el mundo que habla esperanto como sea menester, planearon circunvalar el globo terrestre en ochenta días, y lo hicieron en 79, tres horas y doce minutos. Emulando a Phileas Fogg, partieron del Club Reformista de Londres y, siguiendo siempre el rumbo este, llegaron al mismo sitio 79 días después. Por el camino, entraron en contacto con muchísimos ciudadanos del mundo que fueron contándoles sus vivencias y les ayudaron. Para hacer más atractivo el viaje se impusieron la condición de no coger ningún avión. Seguir la Ruta de la Seda constituyó también una experiencia muy interesante. En este libro narran de una manera muy fresca, llana y divertida sus aventuras cotidianas y sus reflexiones sobre la forma de vida de cada lugar que visitaron. Al leerlo, se podrá disfrutar con sus descripciones, conocer otras formas de viajar y pasar un rato divertido que es lo que, en definitiva, cabe esperar de una buena lectura.