Dicen que los niños, con esa mezcla de inocencia y perversidad, se permiten el lujo de cantar siempre las verdades que no se podrían oír en boca de sus mayores. Antonio Álamo se vale de la voz de un chaval para arremeter de forma irreverente y mordaz contra los adultos y su mundo.
Güili es un niño aspirante a escritor, cuyo principal objetivo -mientras espera la idea genial para la novela que lo lanzará a la fama- es el de escribir más de dos páginas al día, sin puntos y aparte como su idolatrado Franz Kafka. Así, cualquier suceso, opinión o pensamiento que pasa por la cabeza de Güili, es escrupulosamente anotado: la crisis familiar, su tierno despertar sexual, los juegos amorosos de su hermana Lila y hasta la muerte desfilan desordenadamente por los ojos de un niño curioso y ávido de conocimiento.
Extraordinaria muestra del talento de Antonio Álamo para el manejo del lenguaje y de las voces de los distintos personajes, Una buena idea es una divertida novela de aprendizaje sobre el paso de la infancia a la adolescencia.
ANTONIO ÁLAMO
Antonio Álamo (Córdoba, 1964) ha publicado las novelas Breve historia de la inmortalidad (Premio Lengua de Trapo 1996, Debolsillo 21, 2003), Una buena idea (Debolsillo 21, 2004) y Nata soy (Mondadori, 2001) y el libro de relatos ¿Quién se ha meado en mi cama? (Debolsillo 21, 2003). Es además un consagrado autor dramático que ha estrenado, entre otras obras, La oreja izquierda de Van Gogh (Premio Marqués de Bradomín 1991), Los borrachos (Premio Tirso de Molina 1993 y finalista del Premio Nacional de Literatura Dramática), Los enfermos (Premio Borne) y Caos. Ha sido traducido al francés, al italiano, al inglés y al portugués.