En la vida y en el amor hay que andarse con mucho ojo con los tiempos verbales: lo que ayer era una realidad hermosa, hoy puede ser una historia de la que preferimos no acordarnos. Mientras nos deslizamos entre el querer y el haber querido, un extraño silencio planea sobre nuestra relación. Hablamos, pero no nos comprenden; es más, ni siquiera nos escuchan. Nuestro espacio vital también cambia; poco a poco, vamos menguando para dejar sitio a los problemas, y la rutina se cuela entre las tazas sucias del desayuno y las sábanas mal revueltas...
Fernando Krahn retrata con mano de maestro estos desencuentros de pareja, y lo hace sabiendo que el humor es la mejor arma para defendernos de la vida: basta un disparo -una sonrisa, incluso una carcajada a tiempo- para no sentirnos tan solos y continuar bailando a ritmo de bolero.