Para decirle a nuestro padre cuánto lo queremos, para agradecerle su protección, para abrir una comunicación que a veces no es fácil. Ideal para obsequiarle en su cumpleaños, en el Día del Padre... o para regalárselo sólo porque sí, porque lo admiramos y deseamos compartir con él una sonrisa y, por qué no, un momento de emoción.