No puede cuestionarse que en la actualidad se han transformado las formas de relación, y ello es debido en parte al imparable avance tecnológico, y fundamentalmente a la irrupción de la informática y de las nuevas formas de comunicación. Pero al mismo tiempo estos fenómenos han significado una amenaza para la garantía de los derechos individuales; por ello, resultará necesario conciliar el desarrollo tecnológico con el obligado respeto a los derechos de la persona. Y es a esta última cuestión a la que se pretenderá dar respuesta en este estudio, no en vano la protección de los derechos y libertades fundamentales no ha de ceder ni quebrar ante la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación.