La infancia es la edad óptima para iniciarse en la práctica del yoga, pues los niños tienen la mente abierta a nuevas experiencias con muchos menos prejuicios que los adultos. Sus beneficios para los niños están sobradamente reconocidos: según los psicólogos, una vez cubiertas las necesidades básicas, los más pequeños necesitan contacto humano, movimiento y contacto visual para desarrollarse plenamente. En el yoga se dan estos tres factores.
A través de los ejercicios que se proponen en este libro, los niños ganarán flexibilidad, fuerza, equilibrio y mejorarán sus habilidades psicomotrices en general. Además adquirirán recursos para canalizar su inagotable energía, desarrollarán más su capacidad de expresión personal, podrán dar rienda suelta a su imaginación e incluso aprenderán a controlar sus enfados. Es decir, les dotará de herramientas para sobrellevar mejor el ritmo de vida actual.
Liz Lark, profesora de yoga de larga experiencia profesional, ha seleccionado para este libro los ejercicios más beneficiosos para los niños y los ha adaptado para que resulten atractivos para los pequeños. Cada práctica está explicada paso a paso con fotografías que permiten un seguimiento muy fácil por parte del profesor e incluso por los niños mismos.